Alec Koone es un tipo valiente. O no. El caso es que me transmite esa ambivalencia cuando te acercas a su música, no sabes si el entresijo nostálgico que conduce te lleva a la inopia y a la inspiración, o si simplemente te envuelven en un infierno donde Enya canta junto a Alvin y las ardillas. No me queda muy claro, al escuchar su disco al completo, va por momentos. El disco me parece tan bonito por momentos, como bochornoso en otros. Es una dicotomía que en los días que llevo escuchando este disco no consigo descifrar ni relajarme al escucharlo, no está mal la entrada con "Welcome", hay que agaradecerle la educación al dejarte entrar en su mundo personal con este bienvenidos, que por suerte no tiene nada que ver con Mike Rivers. "Apart" es demasiado petarda en algunos momentos,pero cuando llegas a "Expect" rebajas un poco todo este arsenal de arqueos de cejas , en esta canción encaja bastante bien los elementos , al igual que el r&b mortecino de "Now Time". "Oh Why" ya la conociamos un mes atrás, y ese aire neoclásico me patinaba. Realmente, lo mejor del disco es el cierre (algunas veces he pensado que lo mejor era que acabase el disco) que se llama "Fragile Hope", maneja los elementos con mayor sutilidad desde las grabaciones ambientales, como los susurros de las voces, un final agradable para un disco que deja por momentos dos sensaciones muy distintas.Desde luego, no me parece nada nuevo bajo el sol, tan solo se exageran hasta lo sangrante el tema de las voces en algunos momentos,pero como conjunto es un disco coherente en su hilo argumental como obra donde se refleja su personalidad, entre esos excesos de claridad,unos se recostarán y otros buscarán como locos las gafas de sol y el aftersun.
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