Hay sorpresas inesperadas. Hace un par de años estaba tapándome la nariz con el segundo disco del sueco Axel Willner. Demasiado pomposo, algo infumable a mi gusto. Alguien ha debido decirle lo mismo a tenor de su nuevo paso, desmarcándose de ese ampuloso universo shoegazer rallando con el sinfonismo propio de M83 por un romanticismo cimentado entre loops que supone una versión idm de Cluster y Eno. Solo así se puede definir "Burned Out", en parte lecciones que ha aprendido remezclando a gente del universo pop como Tom Yorke,Junior Boys o Maps. Su música sigue levitando entre loops encadenados que se sueltan y saltan entre distintos elementos añadidos y en lenta variación, para transportarte sin que te des cuenta pero que deben trasladarse para no someterte al mayor de los aburrimientos. La pieza inicial, la anteriormente comentada y la titular "Looping State of Mind" y la postal nevada de "Then It's White" junto con el detallista final de "Sweet Slow Baby" son lo más destacable en este regreso, que sin pensar que sea un disco que me vaya a arrebatar, me transmite bondades que no esperaba ya. Sumergirse con más tiempo,igual hace que suba la recompensa. Sutileza,hermanos.
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