Ernest Greene ha hecho el disco de follanga veraniega por excelencia, un disco digerible y de melancolía sensiblona apta para todos los públicos.No incorpora élementos nuevos a su música, al menos no suponen un hecho diferencial destacable.Su misión es hacer música pop, tampoco hay que darle muchas vueltas al asunto.A mi me convencen sus canciones melosas y de aires playeros que se situan entre finales de los 80 y primeros de los 90 unido a la voz pasada por reverb que me plantea un dilema, ¿es hedonismo o simplemente es mongolismo? Se podrían dar muchas interpretaciones a este disco, todas ellas basadas en apreciaciones personales,conjeturas astrales y comparaciones infinitas. Demasiado para un disco que simplemente busca la amabilidad en nueve canciones puliditas y pegadizas que no molestan.Todo un mérito, hay que decirlo.Ahora bien, este disco mejor escucharlo mientras practicas posturas con la novieta o rollete de turno.Eso si, que le guste otro paradigma de la sensibilidad de tendencias de magazine que regalan en el periódico los domingos como "Amelie". Espero que suene más satírico que cruel este comentario. La producción del disco corre de parte de Ben Allen, el mismo que Animal Collective y ese hito para la crítica musical como fue "Merriweather Post Pavilion".Su trabajo se reduce a quitarle el sonido vintage casero de sus eps y darle mucho más lustre. No me convence este cambio,era parte del encanto de algún modo pero comprensible . Bonito disco veraniego.
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