Hay discos que cuando llega el final del año uno se muere por conseguir y otros que uno se queda muerto al escucharlos. En noviembre ya podiamos disfrutar del disco de Matt Elliott para este 2012.Finalizada la trilogía "Songs" nos topamos con "The Broken Man", un disco que condensa toda su fijación hacia el terreno folk hacia una forma mucho más cercana al "Songs of Love & Hate",dejando de lado cualquier interferencia electrónica y dibujando de manera tradicional viñetas donde acercarse al mismo tiempo a Michael Gira, con sátira y cinismo desde los títulos de sus canciones hacia ese clasicismo apuntalado por la mano de Yann Tiersen y el piano de Katia Labèque durante un viaje de perdición y miseria alborotada por el sentimentalismo y la melancolía enfocada desde una óptica resignada ,confusa y desesperada, sin llegar nunca la sangre al rio Matt Elliott no deja de recrear en sus letras sentimientos cercanos al sufrimiento de los que uno puede disfrutar especialmente cuando las miserias del personaje se llevan a lo personal. Por suerte, uno no se encuentra en el barco del personaje recreado por Elliott en sus canciones, por lo que puede observar y recordar desde una perspectiva que da la experiencia muchas de esas sensaciones equivocadas y enfrentadas con el preferible estado de salud mental alejado de lo esquizoide. "Oh How We Fell" abre el disco con doce minutos de barroquismo folk que también le puede emparentar con Current 93, pero mucho más mediterraneo en ese sentido. Elliott ha pasado largas temporadas en España y se nota, aligual que en Francia. El regusto de chanson, de Brassens, de costa apagada y farolas rotas inundan desde los coros espectrales a la conducción siempre presente de la guitarra. Siempre he sentido atracción por las músicas tradicionales, en el caso patrio el flamenco y no llego a entender como ninguna lumbrera se ha dedicado a ampliar la paleta hacia terrenos desconocidos. No le podrían poner al "tomatito" de turno a Bill Orcutt,Fahey o Derek Bailey. Y no es broma con estas declaraciones: "Matt Elliott biggest dream ? Play with Paco de Lucia, « and that’s maybe gonna happen thanks to a friend ». Sería el momento cachondo del año.
Eso es otro tema aparte, pero en el fondo contribuye a aumentar aun más el valor de un disco sencillamente sensacional, aunque en el fondo me falta una pequeña parte de mala uva electrónica por el siempre amado proyecto de Third Eye Foundation como aparecía en "The Maid We Messed" al final de "Drinking Songs", aunque también entiendo su ausencia. Elliott quiere acercarnos a las historias y no alejarnos de ellas con detalles circunstanciales. "Dust Flesh & Bones" remite al esqueleto y a una frase de las que te hacen levantar el animo "This is how it feels to be alone...dust flesh & bones", otra composición donde el final se deja en el suspenso de lo fantasmagórico con esas voces que te llevan a un fantasmagórico operismo, casi como una serenata para cantar en cementerios. Hya momentos para rebajar la tensión y centrarse en la belleza del folklore como "How To Kill A Rose" y sentir la Toscana o el rumano nomadismo con "This is For", hasta llegar a un breve pero intenso cierre con "The Pain's Yet To Come", donde se dedica a aullar a su musa en lugar de a la luna acercándose a ella y al mismo tiempo, te entierra en un romanticismo por lo mortecino con una guitarra final que se tira hacia el flamenco y te imaginas la cara de algún gaditano escuchándo a Matt Elliott mientras se toma unos finos. Pero si el sentido del humor no estaba ya lo suficientemente calcinado, nos queda el título definitivo de Elliott, como acostumbra, con " If Anyone Tells Me ''It's Better To Have Loved And Lost Than To Never Have Loved At Al'', I Will Stab Them The Face", algo que para Elliott debe ser definido como verdades como puños y se convierte en la pieza melancólica definitiva para él, casi cinematográfica, dejada de la mano del piano y el violín donde tan solo el detallismo de Elliott se encarga de asfixiar.
Es difícil recomendar este disco,aunque en general con cualquier disco podría pasar algo parecido, para dejarse llevar dentro de su mood apesadumbrado. Escucharlo en épocas de ansiedad emocional debe ser poco recomendable pienso yo. Supongo que cuando la vida sonríe y puedes acercarte desde una perspectiva reposada e insensible al sufrimiento musical de Elliott. Por suerte y auqneu parezca contradictorio hacerlo, este disco puedo abrazarlo con fuerza.Enorme.
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