Seguimos con experimentadores empedernidos y uno de mis iconos siempre ha sido Richard Youngs, que pese a empezar su trayectoria en solitario con "Advent" en 1990, el grueso principal de su obra se desarrolla en la siguiente década entrelazando experimentación con tradición y en algunos momentos jugueteando con el pop o lo que se le venga en gana, a partir del disco de 1998 "Sapphie", donde empieza su maratón de discos sin aliento, hasta día de hoy. Hay discos que emparentan con este "Core To The Brave" , mucho más centrado en la experimentación electrónica, en la parte sonora como "Like A Neuron" o el single"High Sun Energy" emparentándose con clásicos como "The Naive Shaman" en espíritu o siendo el reverso oscuro del pop electrónico de "Beyond The Valley Of Ultrahits", donde su voz serpenteaba en nuevos parajes.
Simplemente, "Core To The Brave" se adentra en nuevos territorios para Youngs pero que sigue sonando inconfundible gracias a la presencia de su voz. Ahora el caos y el desorden organizado a partir de:
"Composed of what appears to be blown out bass & spastic drum rhythms, these tracks cascade into shimmering loops of distortion, their weight reaching a critical mass that often feels likes it's on the verge of ecstatic collapse. Everything is elevated further in & up by that one and only voice, floating over top like a lush wind come down from the mountains"
Así nos da la bienvenida "Sweet Field of Life" , con aromas entre Lightning Bolt y blues metálico, majadería divina. El disco avanza entre el desorden aparentemente, con la caprichosa voz de Youngs entre ruidos incesantes y lineas de bajo tortuosas ,pero "We Are The Messengers" es el punto donde las cosas se calman y pasa a toparse con una especie de salmo o ruego entre olores de vieja psicodelia hard, para después adentrarse en drum o drill n bass en "Forever Hills Everyday", que se puede apreciar como decía antes, como el reverso violento de "Beyond The Valley of Ultrahits". Así , avanza un disco sugerente que tiene sentido su publicación en Root Strata, donde la parte yanki formada por Swanson , Ben Vida o Whitman han ido adentrando nuevas vias sonoras al universo drone minimalista en el sello y Youngs se acerca más a sus amigos Neil Campbell y Matthew Bower, desde la parte inglesa.
Para el final, y dándole de comer aparte el marcianismo kraut en "The Healing of Everyone", una épica forma de terminar un disco que sigue creciendo cada vez que lo escucho y que como siempre pasa en los discos de Youngs, el tiempo va dejando que las cosas tomen sentido tras el impacto inicial.También hay que esperar que depara el segundo trabajo para este año, "Amaranthine". Youngs, como siempre :jefe alquimista
http://rootstrata.com/release/RS87
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