Fabuloso. De entrada, es la palabra idónea para hablar de este disco. El canto de cisne a las aventuras de Jeff Mangum, que después de este disco decidió guardar silenciode una manera que bien se puede entender como acertada o cruel para sus fans,según se mire. Por el contrario, uno de sus compañeros Jeremy Barnes sigue en A Hawk and a Hacksaw y en Beirut. Ese silencio, la reedición del disco y la cobertura de determinados medios hizo disparar de nuevo el efecto de este maravilloso disco. En los últimos dos años han vendido 50.000 copias. ¿Cuáles son las claves de todo este misterio?,¿Será su magnífica portada?
Solo necesitas 5 minutos para descubrirlo. Es el tiempo en que transcurren las tres partes de “King of Carrot Flowers”. De un inicio acústico, pasando a una parte espiritual donde las trompetas finales te llevan a un revolcón eléctrico frenético. Letras alucinadas que remiten a su pertenencia al colectivo Elephant 6, donde habitaban Olivia Tremor Control o Apples in Stereo
Por otro lado, Scott Spillane y Julian Koster se encargan de dar vida al aire contagioso de todas las composiciones a base de arreglos de trompeta, saxofón, trombones e incluso gaitas, como queda patente además en piezas instrumentales como “Fool” o el corte décimo sin título. Una de las piezas clave en este rompecabezas son las dos partes de “Two-Headed Boy”, donde solo el nervio de la voz y la guitarra guían su imaginación en unos versos llenos de emoción. Palpitando como el final de “Oh Comely”.
Se llegó a hablar de su música como fuzz-folk. “Ghost” o“Holland, 1945” no se alejaría de tal término. Último título que hace referencia a Anna Frank. Historia que influyó a Jeff Mangum para alumbrar este disco. También aparece en la maravillosa canción que da título a este disco, un disco ideal para amantes de bandas como The Decemberists, Clem Snide, Flaming Lips o simplemente amantes del pop con letras mayúsculas. Tanto musical como líricamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario