Pete Swanson y Gabriel Mindel estuvieron durante la pasada década manipulando sonidos y experimentando con el ruido de una manera constante y de continuidad desbordada (otra característica de Wolf Eyes). El camino de Wolf Eyes, fue rápidamente subrayado y el de Yellow Swans,aparecía en segundo plano. Con el paso del tiempo y el gran canto de cisne que ha supuesto "Going Places" (todo un acierto en Type) puedo ver ese disco como el punto intermedio entre dos de sus mejores discos y un poco el tercer vértice de sus discos, quizás, más pensados.
Porque son dos discos completamente complementarios y con pequeñas diferencias al mismo tiempo. Por un lado "Psychic Secession" tiene un punto más duro, manteniendo en algunos momentos la vista en Kevin Drumm, pero por otro lado hay una clara intención de abrir ventanas y airear un poco todo ese caos con composiciones mucho más moribundas y ambientales. "At All Ends", supone una vez dentro de este universo un recorrido mucho más cercano al ambient (obviamente, no es un disco exento de ruido) y con momentos donde los sonidos se presentan con nitidez (el sonido de la guitarra) y no solo en una masa escupida de sopetón en tu cara. Con algunos momentos cercanos a los loops de desintegración de Basinski , con Philip Jeck o como no, el sello Touch. Toda esa calaña de artistas como Oren Ambarchi o Lawrence English y si, también podríamos nombrar a Fennesz. "Black Sea" es claramente, un disco que anda en estos parajes.
Sonaron urgente, ruidosos, ambientales, meditabundos, oscuros,...pero se acabó y no está mal ver a estos tres discos como obras indispensables para comprender una década musical. Por suerte, Pete Swanson sigue su camino desperdigando nuevas entregas continuamente difíciles de rastrear. De momento, muchos vamos a seguir su senda y no tenderemos a descolgarnos ,aunque como he dicho antes es difícil mantenerte al día con estos artistas tan inquietos.
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