*Con motivo del día de los Inocentes, recupero la crítica que hice para Conceptoradio del ep de Morgan Buckley en Agosto de este año y que terminó sin publicarse tras el parón de la web. El día 31 el blog volverá a vestirse con las galas de "lista de preferidos de 2014" siguiendo con las tradiciones.
Ese oscuro objeto de
deseo. Así se puede titular mi fijación con Morgan Buckley desde la
aparición hace un tiempo en la sección “Introducing” y la
adicción a los diferentes cortes colgados en el soundcloud de la
división del sello holandés Rush Hour, No Label. Fijación y
redención absoluta hacia la producción de unos cortes que rezumaban
maldad y toxicidad por todas partes, entre una visión comatosa de
Eric Copeland y diversas otras apreciaciones aparecidas en la red
empleando como referencias a nombres como Jamal Moss, Ron Hardy,
Arthur Russell y John Maus. Poca broma con estas referencias, a las
que Frankie también añadía a Cluster o Can. Nombres que aplicados
a términos relacionados con la electrónica tan solo nos puede
iniciar una cosa: ritual, extrañeza, paganismo y vudú marciano.
Indicativos de un artista con personalidad única que en su primera
referencia, “Shout Out To All The Weirdos In The Rathmines”, se
convierte en la mejor y más destacada de las publicadas hasta ahora
en el sello. Escuchando los cuatro cortes, todos ellos impecables y
de una factura que transmite familiaridad y rasgos amorfos exprimidos
en una licuadora que desprende una densa neblina como resultado. El
atributo de ser inclasificable no siempre es un valor seguro, no todo
indicativo de extrañeza debe ser interpretado como un éxito o
ganarse adeptos por el mero hecho diferencial pero, una vez realizada
esta apreciación, cuando encuentras uno de alta valía no puedes más
que entregarte.
El recorrido es peculiar
a través de cada uno de los cortes del ep, comenzando por “Call
Incoming” y esa suerte de pulsación motorik-kraut que entre
sonidos de guitarra serpenteando entre el pulso repetitivo y rítmico
se va viendo envuelto por voces deformadas a su alrededor terminando
de completar el ambiente marciano y enfermizo de este corte hasta que
irrumpe la sección rítmica y emprende un mantra de psicodelia
hipnótica que va tensando la velocidad a su antojo hasta impulsarnos
a recuerdos lunares. Aprovechando ese impulso, se tensa hacia una
odisea lunar entre Sun Ra, Moondog, Kassem Mosse y Madteo en
“Innercity Hum”, que también trae a mi mente la psicodelia de
los primeros trabajos de Peaking Lights por ese aire de tripi que se
va de aventuras por generaciones egipcias y terapias mentales
escondidas en un cráter lunar, interferencias de películas de
ciencia ficción de serie B (o Z) con el matrimonio de Louis y Bebe
Baron bailando en un planeta desconocido entre gigantes robots de
aspecto hosco. Quizás esta es la mejor definición para definir la
música de Buckley, aparentemente áspera y huraña pero
extremadamente acogedora y familiar. Uno de mis cortes favoritos es
“Heavy Traffic”, un mantra pseudo tropical en el que imaginar a
JD Twitch, Black Dice y Alan Vega secundados por una steel band en
los anillos de Saturno, bailando con Exuma y al agudizarse el ritmo
nos atrapa en ese mantra de voces rebotando que, consiguen factrurar
unas composiciones por las que Eric Copeland (ya que lo hemos citado
y está cada vez más interesado a emprender estos viajes en sus ep's
para L.I.E.S y DFA) daría una mano. Con toda esta ración de
dexedrina y nootrópicos estimulando nuestra memoria en búsqueda de
los recuerdos a los que nos conducen estas composiciones, nos
encontramos con la puerta de salida en “Weather Report” y ese
funk deforme similar a la capacidad para desmontar géneros como
Powell o Mordant Music, aunque con una faceta menos agresiva y
poniendo el broche final perfecto a un ep que supone un punto de
partida elevadísimo para este desconocido artista al que estaremos
atentos a sus movimientos futuros. Excelente ep, sin duda.
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