lunes, 24 de noviembre de 2014

Artículo para This is Underground : Vladislav Delay, Selected Ambient Works & Outer Limits


*Debido al formato del artículo, no se ha podido publicar completo en This Is Underground (link aquí) y me gustaría dejar testimonio de la extensión en mi blog. Espero sea de vuestro interés!

Vladislav Delay
Visa

La trayectoria del finés Sasu Ripatti, entre sus diferentes alias y proyectos, le hacen valedor de un amplio reconocimiento dentro de diferentes géneros y ha ido sufriendo una curiosa transformación a lo largo de un período superior a una década y media que acumula a sus espaldas. Analizar a Vladislav Delay tiene diferentes aristas y consideraciones en un tránsito con éxitos y decepciones. Dentro de esa dualidad, una de las facetas más exitosas fue Luomo y su particular universo de house mutante que amplificaba el poder emocional del género desde la melancolía ambient en uno de los documentos imprescindibles de nuestros tiempos como era "Vocalcity" (Force Tracks, 2000) y uno de los principales estandartes de un género que recogía influencias diversas (glitch, IDM, minimalismo techno dub) para facturar una vertiente cirujana del deep house, por donde compartía coordenadas con artistas como Ricardo Villalobos, David Moufang, Terre Thaemlitz, Isolée, Herbert, Farben, Losoul, Donnacha Costello, Akufen,… La magia de "Vocalcity" sigue intacta años después y entregas sucesivas bajo este nombre artístico fueron intentos diluidos por enfocarlo desde un plano mucho más pop, de modo que su propuesta iba perdiendo interés y profundidad. De este modo, la continuación con "The Present Lover" (2003) aún conseguía respirar en plenitud pero el camino hasta "Plus" (2011) dejó parte de su magia desvanecida.

Si bien el interés artístico bajo el nombre de Luomo se había disipado (y su voluntad por retomar ese proyecto parece disipado después de un reciente comentario de facebook donde le preguntaban por un nuevo álbum de Luomo, a lo que contestaba: “prefiero irme de pesca”), como Vladislav Delay siempre ha conseguido mantener su faceta experimental a salvo y ha sido refugio de su talento e inspiración, dejando que otros nombres como Conoco, Sistol o Uusitalo fueran vehículos más pasajeros. Puntualizando esa dicotomía en su obra, el perfil de Vladislav Delay con los años ha ido funcionando de manera opuesta a Luomo, siendo cada vez más arriesgada y experimental como contrapeso a la mayor apertura "pop" anteriormente mencionada. Sin embargo, ambos comparten la misma etapa inicial como la de mayor recibimiento entre público y la crítica especializada. En un espacio muy corto de tiempo (todo lo que editaba Sasu Ripatti se convertía en material de culto entre 1999 y el año 2000) acumulaba trabajos en todos sus sobrenombres y nos fijamos, en este caso, en los esenciales ep's publicados en Chain Reaction ("Huone/Raamat/Viite" en el 99 y "Ranta/Karha/Pietola/Nesso" en el 2000) y el demoledor álbum en Mille Plateaux titulado "Entain". La particularidad de todos estos trabajos era su desvastadora capacidad para desvanecer cualquier referente en su música, siendo capaz de aflorar una personalidad singular dentro de los estandartes del techno dub de escuela Chain Reaction/ Basic Channel, al igual que del referente de Mille Plateaux. Trabajos que forman parte imborrable de la música electrónica y representaban su faceta más oscura, contemplativa y reservada.

Con el reconocimiento de su parte, sus trabajos fueron perdiendo exposición e incomprensión con el paso de los años aunque su prestigio siempre se mantuvo constante. Sin embargo, tuvo un nuevo auge en su obra que se volvió a relanzar a partir de 2009 con su integración junto a Max Loderbauer (otro icono por sus trabajos junto a Tom Thiel en el proyecto Sun Electric, especialmente los editados en otro sello seminal como Apollo) en el Moritz Von Oswald Trio, dejando que la experimentación electroacústica y la vertiente kraut impregnase con mayor profundidad su música. Esta serie de obras fueron encadenando actuaciones en directo que mostraban una faceta mucho más centrada en la improvisación que en el aspecto más convencional de los productores de electrónica. En una época con una mayor obsesión por parte de músicos y medios por mostrar esta faceta de su obra, resurge la fijación por géneros como el house para volver a desarmarlos desde parámetros experimentales que buscaban alejarse de la pulcritud e infinita exactitud de los programas informáticos para dejarse apoderar por el error profundizando en la búsqueda de sintetizadores del pasado y readaptando ese sonido a un presente excesivamente tedioso. Esta reformulación nos ha entregado excelentes trabajos de productores veteranos como Delay, Jamal Moss, Jan Jelinek o Mark Fell (entre otros) y nombres que se han convertido en nuevos focos de atención como Lee Gamble, Heatsick, Kassem Mosse, Ital o Lorenzo Senni (también, entre un gran puñado de nombres).

Como reflejo de esta nueva vía abierta, Vladislav Delay decide realizar la misma estrategia juntando a Mika Vainio, Lucio Capece y Derek Shirley para dar vida a su Vladislav Delay Quartet junto a una nueva serie de trabajos para raster-noton como fueron los notables "Vantaa" (2011) y "Kuopio" (2012). El sonido cada vez más severo y contundente de Sasu Ripatti iba a dejar paso a una nueva reinvención a través de la mayor acumulación de hardware analógico y encerrado en su Shark Reef Studio localizado entre arboledas y el murmullo del río en una zona recóndita de Oulu, Finlandia, como es la isla de Hailuoto (vale la pena darle un vistazo). Esta panorámica converge para dar inicio, al igual que Mark Fell con Sensate Focus, a una serie de ep's editados en su propio sello, Ripatti. En éstos la firma correspondía en su mayoría a sus referencias en solitario pero dejando entrar a sensibilidades cercanas como las de Loderbauer (y llamarse Heisenberg) o el finés Teeth (Twwth) en una serie de seis ep's donde fracturaba cualquier tipo de métrica y sometía a las texturas a deformar una turbina rítmica inclasificable en sus extensos cortes, convirtiéndose en la refinación definitiva de sus trabajos en raster-noton anteriores.

"Visa" es su nueva entrega en formato largo y supone una entrada lúcida a su renovada figura, un álbum obsesivo y atrayente que juega con la abstracción de la repetición minimalista para ir creando diferentes etapas de sedación narcótica y pujante dinamismo frenético superponiendo capas de sonidos, matices y texturas que nos golpean de manera incesante en sus seis composiciones. Éstas nacieron para dar forma a una obra titulada así por sus problemas con el pasaporte para realizar la gira estadounidense (actuación en el festival UNSOUND) y verse con un período inesperado de tiempo libre para ponerse a trabajar en nuevas composiciones. Esa rabia se canalizó en dos semanas de grabaciones y finalmente representadas en el excelente "Visa". La música de Delay ya no busca ningún acercamiento a ningún público que espere de él un gesto luminoso, como intentaba después de la maravillosa joya de "Tessio", y trató de emular posteriormente. Ripatti está obsesionado con el tratamiento de su música como arte y vanguardia, no de trascender a un público. "Visatron" abre el disco y es una pieza que vampiriza y subyuga en sus más de veinte minutos de duración con la sensación de adentrarte en un tornado que te va escupiendo sonidos y recuerdos, en muchas ocasiones pasando del ambient al krautrock, gélidas implosiones pasando por espectrales letanías en la melodías de los sintetizadores y glitches que aparecen cortantes y afilados creando un efecto de psicosis y esquizofrenia, donde se conjuga lo impenetrable con estampas de belleza, unas veces provenientes de la naturaleza y al final del corte, parecen visiones cósmicas.

Con un eje central tan potente abriendo "Visa", las sucesivas composiciones mantienen esta dinámica que, pese a ser aparentemente inconexa, mantiene un espíritu y una sensación completamente unificada, como si Mark Fell y Stefan Betke jugasen a despellejarse mutuamente en la misteriosa narrativa diluida de "Viaton", donde reduce cualquier partícula "negra" a un marisma kraut dejando incluso recuerdos de aquel "Djed" de "Millions Living Will Never Die" de Tortoise colapsando en una centrifugadora. "Viisari", vuelve por los territorios más panorámicos y de nuevo se envuelve en una estrategia que parece meter tu cabeza en una turbina o hélice, jugando con una sensación desorientadora en la superficie para después dejar en un plano más secundario el modo de suturar toda la carnicería. Escuchando estos cortes me apetece recordar la maravillosa inconexión de Holly Herndon, Katie Gately, patten o el excelente ep de TCF en Liberation Technologies. En la parte final, tenemos uno de los cortes donde el dub tiene un elemento predominante como es en "Vihollinen" aunque en la manera particular de Sasu Ripatti para entender ahora el ambient, definitivamente incómoda pero cohesionada y unitaria. Gélida y cristalina.Sorprende que con la calmada vista que Ripatti disfruta desde su estudio, sea capaz de generar una música tan obsesiva y placentera, una carnicería tensa pero de rápida cicatrización. "Visa" es un gran trabajo, una acertada dirección para seguir suscitando interés en su obra debido a su capacidad de evolución experimental y, al mismo tiempo, emocionante.


 Selected Ambient Works & Outer Limits 2014

Como anexo a la reseña de este disco, uno de los destacados dentro del género ambient este año nos adentramos en un breve repaso por otros discos que han sido celebrados en esta cosecha de 2014, ahora que nos acercamos a su recta final y surgirán las infinitas listas y recapitulaciones de lo mejor del año. El género ambient en sí, es un término voluble y dejaremos darle entrada a artistas que vayan más allá de estos territorios, ontentando ofrecer una perspectiva menos estática y clasicisita. En todo caso no pretendo establecer un ranking o clasificación, tan solo agrupar en torno a diez discos diferentes, otras referencias de interés. Aquí mis recomendaciones, espero sean de su agrado:


  1. Ian William Craig – A Turn of Breath (Recital)

Adentrándonos en las variantes del género, el trabajo “A Turn of Breath” nos presenta una maravillosa colección de composiciones a cargo del canadiense Ian William Craig, un músico de formación operística que mediante el tratamiento de su voz entre las diferentes modificaciones de sus grabaciones caseras. Dan vida en esta palpitante obra el sentimiento coral y folk que se une na la degradación del sonido de las cintas en una delicada pugna donde tensión, calma, distorsión y ensoñación se conjugan de manera, simplemente, celestial. El álbum es el fin de un proceso que llevaba desarrollando en sus anteriores trabajos, qué se pueden escuchar en su bandcamp y definía en las siguientes palabras:“esta colección contiene doce grabaciones para voz y cintas de 1/4” grabadas entre 2011 y 2013 (…) El sistema empleado es reel-to-reel , que produce una agradable sensación de transformada repetición”. La sensación al escucharlo una y otra vez no es otra que la de sanación, transformándose uno de los discos en los que refugiarse de los rigores del termómetro.

Es difícil encontrar trabajos similares dentro del ambient, si bien dentro del terreno experimental seguimos con interés las maniobras de Holly Herndon en sus singles y dentro de la improvisación quizás valdría la pena destacar trabajos tan notables como los de Ben Vida “Slipping Control”, Hecker “Articulaçao” o Markus Schmickler & Julian Rohrhuber “Politiken Der Frequenz”, pese apuntar hacia otros terrenos más cercanos a la música concreta. En ese punto inconexo entre artista sonoro y y deformadores del concepto canción podemos señalar también el excelente disco entre Susanna y Jenny Hval titulado “Meshes of Voice”. Otros trabajos que subrayan ese lado onírico estarían representados en las estimables entregas de Andrew Chalk, Janek Schaefer o Kyle Bobby Dunn. Otros trabajos destacables por su singularidad y capacidad de atracción sería “The Honeymoon Workbook” de Good Willsmith y el infinito letargo emocional de “Not Knowing” de Nicholas Szczepanik . Aquí, una serie de recomendaciones paralelas a la fantástica obra de Ian William Craig:

  • Andrew Chalk – The Circle of Days (Faraway Press)
  • Nicholas Szczepanik – Not Knowing
  • Good Willsmith – The Honeymoon Workbook (Umor Rex)
  • Janek Schaefer – Lay-by-Lullaby (12k)
  • Kyle Bobby Dunn - Kyle Bobby Dunn and the Infinite Sadness (Students of Decay)
  • Brett Naucke – Seed (Spectrum Spools)
  • Panabrite – Wasteland Cycle (Cosmic Winnetou)
  • Chris abrahams & Mike Cooper - Trace (Al Maslakh)




  1. Jason Lescalleet & Kevin Drumm – The Abyss (Erstwhile)

Otro fantástico año editorial para Jason Lescalleet después de lanzar su trabajo en solitario “Much to My Demise” para el sello Kye, comandado por otro de los referentes dentro de los territorios de la experimentación sonora como es Graham Lambkin. “The Abyss” se convierte en la primera colaboración entre dos músicos de gran prestigio y vuelve a documentar la percepción del tratamiento del sonido como un recorrido a través de sonidos cotidianos y recontextualizados a una nueva narrativa, en cierto punto casi poético. Kevin Drumm en solitario, viene refinando su perfil hacia el drone meditativo desde hace años, gracias a la sensacional puesta en escena de un disco tan turbador como “Imperial Distortion”. El sello Erstwhile acostumbra a confrontar estas personalidades y proyectos en su catálogo, consolidándose desde hace años en uno de los estandartes más importantes dentro de la escena de la improvisación electroacústica.

“The Abyss”, en formato doble, es una obra atrayente y un perfecto punto de encuentro entre sus dos universos, donde la inspiración y la perfección ha reinado durante el proceso y, en el camino, hemos encontrado una obra desgarradora. Ellos enfrentándose al abismo del artista cuando tiene que engendrar una obra con otro y enfrentarse a lo desconocido, sin saber con certeza que resultados van a encontrar al final del proceso. Su detallismo y perfección es ejemplar en su resultado pero, en su orígen, una fosa en la que no sabes si hay salida. Colosal.

Ya que partimos de colaboraciones, vamos a resaltar algunos trabajos que en esta cosecha han sido también notables:

  • Manfred Werder & Toshiya Tsunoda- detour (Erstwhile)
  • Jon Mueller & Duane Pitre - Inverted Torch (Type)
  • Jürg Frey & Radu Malfati - II (Erstwhile)
  • Jason Lescalleet & Greg Kelley – Conversations (Glistening Examples)
  • Stephen Vitiello & Taylor Deupree – Captiva (12k)
  • BJ Nilsen, Stillupsteypa & Anla Courtis - Golden Circle Afternoon (eMego)



  1. Valerio Tricoli - Miseri Lares (PAN)

Otro referente oscuro este año ha sido el sensacional “Miseri Lares” de Valerio Tricoli para el sello de Bill Kouligas, PAN. El sello alemán se ha convertido en los últimos años en el refugio de inumerables propuestas que llevaban la faceta experimental a terrenos tan alejados como el noise o el jazz, pasando por el drone o cualquier faceta de la electrónica desde lo cerebral hasta la perversión del club. Este álbum muestra una relación con el sonido tensa y aterradora, cautivando desde una poética decadente que nos puede llevar a observarlo desde una sombra mostruosa y un devaneo cadavérico gracias a la incoporación de una narrativa basada en la incorporación de recitados sobre textos de Dante o Guido Ceronetti, E.M Dioran, H.P Lovecraft o la Biblia (El Libro de Eclesiastés), entre otras fuentes (como textos suyos propios). Con tres piezas centrales alcanzando los quince minutos, las transiciones entre temas siguen fomentando la crudeza de su sublime discurso sonoro.

Este excelente trabajo tendría dos compañeros de viaje evidentes, como son el “Bestial Burden” de Pharmakon y “Figueroa Terrace” de Thomas Ankersmit , colocándose en un lugar intermedio donde otros artistas de la vertiente más oscura del ambient han entregado valiosos trabajos como Kassel Jaeger, Geoff Mullen o la vertiente jazz que se encuentra con el drone y la improvisación electroacústica como es Jeremiah Cymerman con “Pale Horse” o la brutalidad junto a Nate Wooley y Evan Parker en “World of Objects”, aunque este último ya se escapa de las coordenadas ambient y el debut de Shivers, también adentrándose en oscuras maldades ambientales, la renovada inspiración en el último volumen de Supersilent o el turbador espectro ciruclar jazz de Battle Trance.

  • Thomas Ankersmit – Figueroa Terrace (Touch)
  • Jeremiah Cymerman – Pale Horse (5049)
  • Kassel Jaeger – Toxic Cosmopolitanism (eMego)
  • Yann Novak – Snowfall (Dragon's Eye)
  • Geoff Mullen – New England Reverb (Rare Youth)
  • Shivers – Shivers (Miasmah)
  • Burial Hex – The Hierophant (Handmade Birds)
  • Mohammad – Zo Rèl Do (Antifrost)
  • Supersilent – 12 (Rune Grammofon)
  • Battle Trance – Palace of Wind (New Amsterdam)
  • Lussuaria - Industriale Illuminato (hospital productions)



  1. Marc Baron – The Hidden Tapes

Otra de las facetas más interesantes que vuelve a tener relevancia en los últimos tiempos, viene representada en la fascinación de la manipulación de grabaciones de cintas, recuperación de bobinas de otras épocas y aplicación de distintos tratamientos para mostrar una secuencia del pasado llevada a un nuevo horizonte mutado y con distinta finalidad. Marc Baron empezó su carrera centrado en las posibilidades del saxofón y con el paso del tiempo, fue centrándose en nuevas maneras de trastear con el sonido. Veámos que contiene este trabajo: “Hidden Tapes está compuesto por viejas cintas de cassette, añadiéndole otras fuentes sonoras que van desde bandas sonoras hasta extractos de música clásica o litúrgica que fueron recuperadas de las estanterias. Estos documentos sonoros fueron acelerados o ralentizados, creando diferentes capas y transformados mediante dispositivos analógicos, sin añadir efectos digitales ni plugins.

Este álbum, contiene del mismo modo facetas de dark ambient y noise, llevado a una atmósfera repleta del malrrollismo propio de una banda sonora decrépita a la que nos tienen acostumbrados Nate Young o Aaron Dilloway. En este sentido de experimentación, en el sello Entr'acte o Kye se acumulan una gran cantidad de sensacionales referencias y este año tenemos buena prueba de ello en los trabajos de Graham Dunning o Matt Krefting ,respectivamente, escoltados por una leyenda como Joseph Hammer y el pujante valor de Matthew P. Hopkins.

  • Matthew P. Hopkins – Nocturnes (Vitelli)
  • Matt Krefting – Lymph Est (Kye)
  • Graham Dunning - ( Entr'acte)
  • Joseph Hammer – Roadless Travel (Art Into Life)
  • Jason Lescalleet – Much To My Demise (Kye)
  • Andrew Pekler – The Prepaid Piano & Re-played (Entr'acte)


  1. Klara Lewis - ett (eMego)

Hija del bajista de Wire, Edvard Graham Lewis ( uno de los músicos más estimulantes con proyectos como Dome), Klara Lewis se entrena en formato largo con la entrada en el catálogo de eMego de su primer álbum topandonos a una artista capaz de tomar acertadas referencias de una buena disparidad de géneros (en la línea de mi comentario en este artículo que definir el género del ambient en un terreno específico es complejo) para entregar el fascinante “ett”. Al igual que las asturianas LCC, compañeras de sello, las virtudes de este disco están basadas en el dinamismo de estas diez piezas que van masticando tensión y sorpresa en todo momento, modulando las grabaciones de campo en multitud de lenguajes sin dejar que el oyente se sienta acomodado en cada una de ellas. La sutileza con la que se mueve, entre fantasmagóricos ecos ,define a esta obra en las siguientes palabras de Klara Lewis en una entrevista para The Quietus: “Como yo lo veo, mi música trata sobre coleccionar sonidos de diferentes contextos y crear un nuevo espacio, restando importancia al origen y procedencia de los mismos. Pienso que no es un mundo completamente ficticio; está más relacionado con deconstruir, reinterpretar y reevaluar los sonidos de mis entornos”. Introducirse en “ett” es una maravillosa puerta de entrada a una artista que promete grandes referencias, sin ir más lejos su reciente ep “Msuic”.

Vuelvo a destacar otra de las grandes referencias de esta temporada como ha sido el debut de LasCasiCasiotone en eMego con “d/evolution”, un trabajo fascinante y que podría mostrarse en sintonia con el destacado disco de este artículo como es el “Visa” de Vladislav Delay. Otros interesantes referentes femeninos este año vendrían por la parte de la electrónica progresiva y synth de Rachel Evans con su proyecto Motion Sickness of Time Travel que ha recogido sus maravillosos y extensos cortes bajo la temática de las doce lunas (que había iniciado en 2013 y finalizó recientemente) con “Ballades”, sumado a la apreciable referencia de la mexicana Laura Luna y su disco “Osolarios”. Para finalizar, otro icono como Liz Harris se ha salido más hacia el plano de la canción en “Ruins”, aún así vale la pena mencionarlo en este repaso de temporada.

  • LCC -d/evolution (eMego)
  • Motion Sickness of Time Travel – Ballades (Hooker Vision)
  • Laura Luna – Osolarios (Baba Vanga)


  1. Lawrence English – Wilderness of Mirrors (Room40)

Esta añada también ha dado para una buena cosecha de compositores veteranos y venerados que, quizás, son más reconocibles bajo el concepto contemporáneo de ambient si lo entendemos como desde una vertiente que tiene puntos de conexión en los noventa con el glitch y el shoegazing. El australiano Lawrence English lleva cerca de quince años comandando el sello Room40 y ha ido entregando una discografía que parecía frecuentemente eclipsada por algún fenómeno de temporada sin llegar a acaparar todo el reconocimiento que ofrecían discos tan apreciables como “Kiri No Oto” (2008). Con “Wilderness of the Mirrors”, acrecenta el lado dramático y oscuro, consiguiendo un trabajo contundente apuntalado en un lugar entre Fennesz, Ben Frost, Yellow Swans o Tim Hecker y, cuyo título viene inspirado por: “The phrase, wilderness of mirrors, draws its root from T.S Eliot’s elegant poem Gerontion. During the cold war, the phrase became associated with campaigns of miscommunication carried out by opposing state intelligence agencies ”.

Mi predilección por su disco y no los de Fennesz o Ben Frost en este apartado es obviamente subjetiva, aunque “Bécs” y “ A U R O R A” no me parecen los trabajos más inspirados de ambos, aunque en el caso de Fennesz (en su vuelta en eMego para continuar la vertiente soleada de “Endless Summer” después del gélido “Black Sea”) la referencia sigue siendo maravillosa, algo que pongo más en duda en el excesivamente artificioso trabajo de Frost. Otros veteranos como Richard Chartier o Mika Vainio, han completado fascinantes obras con sus sobrenombres artísticos Pinkcourtesyphone y Ø, respectivamente, que también merecen ser destacadas y en el apartado más apegado al drone shoegazing la inconmensurable referencia en cassette de The Fun Years.

  • The Fun Years – One Quarter Descent (Spring Break Tapes)
  • Chris Herbert – Constants (Room40)
  • Ø – Konstellaatio (Sähkö)
  • Pinkcourtesyphone – A Ravishment of Mirrors (Dragon's Eye)/ Description of a Problem (Line)
  • Fennesz – Bécs (eMego)
  • Alessandro Cortini – Sonno (Hospital)


  1. Oren Ambarchi – Quixotism (eMego)

Otro referente dentro de los parámetros ambient/ drone/ noise de los últimos quince años viene representado por el percusionista Oren Ambarchi. En estos años ha cultivado una obra sólida en solitario con clásicos del género como “Suspension” (2001), “Grapes From The State” (2004) o “In The Pendulum's Embrace” (2007) y, en segundo lugar, una extensa carrera colaborando en múltiples formaciones donde dar rienda suelta a su faceta de improvisación y de músico de estudio en una gran cantidad de discos. “Quixotism” es una obra que pervierte la mayoría de parámetros de su trayectoria, enfrentándose a un álbum que pretende reinventarse desde el plano percusivo entre el dark ambient, la repetición minimalista de escuela Reich, renovadores de la percusión en la línea de Eli Keszler o su paisano Joe Talia y el letargo singular de The Necks. Ideada en una pieza y presentada en cinco cortes, el continuo ataque de su música viene acompañado en esta ocasión por multitud de colaboradores que han ido aportando fragmentos durante los últimos dos años y cuenta con la Icelandic Symphony Orchestra, Jim O'Rourke, Eyvind Kang, Crys Cole, U- Zhaan y John Tilbury (uno de los grandes maestros) para cristalizar un disco atractivo por sus conexiones con el presente y abriendo nuevas vías de expresión en el futuro (incluso este año hay que recomendar su faceta de remezclador con una motorik reconversión del mutante techno fIS en el ep “Speech Spirits”).

Otros percusionistas transitando por manipulaciones percusivas y ambient nos han traído excelentes trabajos como son Mike Weis (miembro de los sensacionales Zelienople) y Neel (habitual colaborador de Donatto Dozzy) junto con las apreciables entradas dentro del sello Miasmah de Eric Thielemans y Andrea Belfi .

  • Andrea Belfi – Natura Morta (Miasmah)
  • Mike Weis – Don't Know, Just Walk (Type)
  • Neel – Phobos (Spectrum Spools)
  • Eric Thielemans – Sprang (Miasmah)


  1. Bing & Ruth – Tomorrow Was The Golden Age (Rvng Int)

Adentrándonos en una vertiente neoclásica, minimalista y de preciosista melancolía, este final de 2014 nos ha traído una joya inesperada a cargo de la formación Bing and Ruth con el refinamiento de “Tomorrow Was The Golden Age”. El pianista David Moore encabeza, al piano, el sonido de una ensemble que opta por una vía cinematográfica en su sonido, puntualizando sobre ambientaciones oníricas y delicadas en la línea de Nils Frahm, Goldmund, Lubomyr Melnyk, Sylvian Chauveau, Peter Broderick, Olafur Arnalds, Max Richter o clásicos como Philip Glass. Con una pequeña formación escoltándolo mediante vientos, cuerdas y manipulaciones electrónicas es capaz de convertir a este álbum en una experiencia acogedora en su reflexiva escucha, potenciando la faceta íntima y cautivadora. Obviamente, a nuestra mente viene automáticamente la obra de Dustin O'Hallaran y A Winged Victory for the Sullen (proyecto junto a Adam Wiltzie, mitad de Stars of the Lid y en solitario como The Dead Texan), siendo éstos últimos protagonistas también por publicar recientemente la continuación a su aclamado debut homónimo bajo el nombre de “Atomos”, resultando en otro disco imprescindible para los amantes de estas exquisitas ensoñaciones de fragilidad ambient.

Otro estandarte dentro del ambient y el post-rock como fueron Labradford (hoy en día sigue siendo encantador escuchar su clásico “Mi Media Naranja”) están de vuelta en el nuevo proyecto formado por dos de sus miembros, Mark Nelson y Robert Donne, para volver a dar vida a un proyecto igualmente cautivador como es Anjou. En la línea clásica de músicos inspirados en su música, los suecos Tape con el delicioso “Casino” suman otro pequeño triunfo a su estimable obra. Más curioso es el nuevo trabajo de David Sylvian con el extenso corte de una hora con “There's a Light That Enters Houses With No Other House in Sight ”, poético y vanguardista con una buena cantidad de colaboradores creando una esquiva estructura demasiado difusa como para atraparnos de la manera memorable con la que acostumbraba en otros trabajos. Mucho más acertada ha sido la editar la obra comisionada por Tindersticks para el Museo belga In Flanders Fields en “Ypres” a propósito del centenario de la Primera Guerra Mundial. Para los que quieran adentrarse en el mundo neoclásico no puedo dejar de recomendar el fantástico trabajo del compositor Laurence Crane interpretado en el otoño de 2013 por la ensemble Apartment House con el disco “Chamber Works”, aunque ya nos salimos un poco de estos territorios.

  • A Winged Victory for The Sullen – Atomos (Erased Tapes)
  • Laurence Crane – Played by Apartment House - Chamber Works 1992-2009 (Another Timbre)
  • Tindersticks – Y pres (Lucky Dog)
  • Anjou – Anjou (Kranky)
  • Otto A Totland – Pinô (Sonic Pieces)
  • Erik K Skovdin – Flare (Sonic Pieces)
  • Tape – Casino (Häpna)


  1. Anne Guthrie – Codiaeum Variegatum (Students of Decay)

Uno de los discos más certeros creado a partir de grabaciones de campo se cristaliza en el tremendo “Codiaeum Variegatum” de Anne Guthrie empleando entre las grabaciones caseras de vientos, violonchelo y contrabajo, la aportación singular de los sonidos de la naturaleza en la línea de pioneras como Christina Kubisch mediante la detallista captura de estos sonidos y paisajes mediante la localización en la naturaleza de diferentes micrófonos para reconvertirlos en un trabajo que emplea el sonido de cámara de la instrumentación tradicional para reubicarse en una campiña imaginaria en el que la resonancia de la naturaleza a nuestro alrededor cambia la percepción por una música orgánica que perdura en nuestra mente y nos deriva hacia un contexto, o guarida singular, tremendamente placentero. Pero no solo es un pastiche embobado y lánguido, su capacidad absorción es indiscutible. Un requiem fuera de lugar y tiempo.

Cabe señalar otro imprescindible como es “Whole Stories” de Vanessa Rossetto, aunque esta se centra en una ubicación distinta al tener lugar en el tránsito por la ciudad y los diferentes sonidos e historias que percibimos a su alrededor. Dependiendo de la necesidad de evadirte en una dirección u otra, necesitaremos uno u otro, por lo que me gustaría recomendar ambos por igual. En un escalafón por debajo también es interesante adentrarse en las obras de Anna Von Hausswolff y Jana Winderen en Touch.

  • Vanessa Rossetto – Whole Stories (Kye)
  • Jana Winderen – Out of Range (Touch)
  • Ryoko Akama – Code of Silence (Melange Editions)
  • Anna von Hausswolff – Källan (Prototype) (Touch)


  1. Michael Pisaro – Continuum Unbound

El último integrante de esta lista merece un reconocimiento especial por su trayectoria y su capacidad de seguir aumentando su prestigio a cada lanzamiento. Desde su sello Gravity Wave no solo se documenta el trabajo de un músico singular, también nos muestra la vertiente académica de un compositor que se ha convertido en el mentor de una nueva hornada de compositores experimentales surgidos del California Institute of The Arts. Además de un amplio catálogo de trabajos, pertenencia a la ensemble de compositores Wandelweiser y colaboraciones diversas, este año ha facturado dos obras tremendas. En primer lugar, el álbum junto a Miguel Prado titulado “White Metal (Grey Series nº 2)” que ya sería una entrada del suficiente peso como para figurar en lo más destacado de 2014 . Pero si un trabajo le define mejor este año es “Continuum Unbound”, un disco triple con una composición de 72 minutos en cada uno de ellos, documentando diferentes trabajos en los últimos años y que nos precisan desde el sello:

Disc One, entitled “Kingsnake Grey”, is a field recording of the sounds of Congaree National Park in South Carolina begun 12 minutes before sundown on New Year's Eve 2012.
Disc Two, titled “Congaree Nomads”, draws upon not treated excerpts of CD-1's 72-minute obelisk, but rather from 24 unused three-minute segments of recordings from the same sonic document, strung together and arranged in sequence "geographically" from north to south, aurally touring Pisaro and percussionist Greg Stuart's journey through Congaree Park .
Disc Three,”Anabasis”, is the most "complex" part of the trilogy, comprised of a near-wholly in-studio instrumental dramatic reenactment/reinterpretation of the Congaree environment, if you will. Pisaro assembles an ensemble of Greg Stuart ("gravity percussion with sand"), Patrick Farmer (field recordings, hydrophone), Pisaro (electric guitar, piano, sine tones, studio and field recordings), Joe Panzner (electronics) and Toshiya Tsunoda .

Artwork cuidado al detalle y posiblemente uno de los trabajos más apasionantes dentro del género del ambient, manipulación de grabaciones de campo y experimentación electroacústica de los últimos años.

Esta lista junto a las recomendaciones añadidas en cada punto puede resultar excesiva como para atenderlas a todas, la mayor parte de estos trabajos los he reseñado para Conceptoradio, y tampoco pretender tener un interés completista. Dependiendo del oyente y el interés personal, quizás en algunas de estas sugerencias añadidas podemos encontrar un pequeño refugio en este invierno y, seguramente, alguna de interés para los amantes del género experimental se irán sumando de aquí a final de año (como el reciente trabajo de Black To Comm) y espero que esta guía finalmente haya sido de vuestro interés.