Esperaba el nuevo disco de Dominick Fernow como Vatican Shadow con aún cierto atisbo de esperanza, pero "Remember Your Black Day" ha confirmado algunas de las consideraciones que iba tomando acerca de algunos artistas que han llegado en este discurso de la renovación de un pasado noise a través de la estética industrial y pulsación techno en un contexto de recesión, a su techo creativo. La verdad, es que no se como tomar esta apreciación, ya que buena parte de su encanto siempre la he encontrado desde mi fijación con relacionarla con el contexto de depresión económica y ahora parece que la economía da síntomas de revivir y de haber pasado ya la fase de mayor destrucción (aunque obviamente está por ver las consecuencias que se siguen extendiendo de todo este maremoto económico). No estoy haciendo tampoco un intento por desarrollar un gran discurso económico y tan solo trato de lanzar algunas hipótesis a futuro que ya se contrastarán y veremos si las aceptamos o se quedan como nulas. De momento, algunas ideas se han ido reafirmando y solidificando, aunque vamos a dejar que se siga desarrollando la actualidad.
Centrándonos primero en la valoración de este album, comparto buena parte de las valoraciones de Frankie Pizá sobre este album en su reseña esta mañana para Concepto Radio (enlace aquí). Parece un tropiezo de proporciones dramáticas similares a las de Shed y confirma los temores de aquella entrega en formato ep como Prurient para Blackest Ever Black. El album no conecta tampoco con mis gustos, de hecho Hospital sigue con su línea de ir ofreciendo trabajos aún consistentes como los de Rainforest Spiritual Enslavement, Violet Poison, Shapednoise, Alberich o presenta nuevas vías de escape como puede ser la entrada del capo de L.I.E.S, Ron Morelli o la entrada de Silent Servant después de la defunción de Sandwell District. En el fondo, el material sigue pareciendo demasiado redundante aunque no ha sufrido del sentimiento de pinchazo de este trabajo de Vatican Shadow. Tampoco parecen aportar mucho las entregas del subsello Bed of Nails, quedándose algo atascadas en comparación con otros sellos como Opal Tapes o Digitalis, por nombrar algunos. Pero me acuerdo de comentar este desgaste en mis reseñas para conceptoradio de trabajos de Lussuria o Violet Poison. De la reseña de Lussuria extraigo este comentario que hacía al comentar uno de sus cortes:
" (...)que tras una intimidatoria y misteriosa apertura que se alinearía perfectamente con los parajes de Kreng nos vemos rodeados por el peligro rítmico chamanístico e insistente que nos deriva hacia una alucinación cercana a Demdike Stare y Vatican Shadow, coordenadas que poco a poco proliferan como hemos ido reseñando desde hace un tiempo en Concepto Radio pero que al mismo tiempo van perdiendo el impacto y excitación con el que abrazábamos estas propuestas y si nos fijamos en el trabajo reciente de Demdike Stare en su serie “TestPressing” , ya hay una vía de escape a esta gloriosa monotonía decadente que tanto nos ha apasionado en los últimos tiempos (en el caso del dúo inglés, hay una escapada hacia la década de los noventa más que seguir destapando oscuros misterios perdidos en los ochenta)"
Estas sensaciones, han ido creciendo en los últimos meses y si bien el tema aún está por seguir entregando más trabajos como los de Special Request o Marcos Cabral que nos situen en los noventa, quizás esta pequeña fase que parece indicar un cambio en el ciclo de recesión y el inicio de una expansión tal vez nos hace ser más despiertos a la hora de encontrar interés o refugio en la IDM vestida de bohemia house deforme de sellos como L.I.E.S, Liberation Technologies, The Trilogy Tapes, Kaleidoscope, Opal Tapes, Vlek, Werk, etc. Obviamente, hay casos que aún tienen un margen de maniobra bastante considerable como Helm, Container, diferentes entidades surgidas desde el sello Morphine y tal vez la sorpresa de algunos nombres que están por debutar en largo como Samuel Kerridge o Gnod (aunque no termino de verlo claro, puede que simplemente lleguen tarde), aunque vemos como Raime ya van inventando un aparato como Moin para ir abriendo nuevas posibilidades, The Haxan Cloak ha acabado en su último album sonando algo reiterativo, Roly Porter ha conseguido un trabajo apasionante pero demasiado breve, Pete Swanson o Gabriel Saloman tienen cierto margen, aunque aquí si seguimos enumerando artistas podríamos generar un confuso horizonte ya que muchos de ellos tienen una puerta de escapatoria en un discurso que puede tomar otros registros cercanos al drone y diversas abstracciones experimentales. Pero como vía de escape, el discurso techno industrial está en un estado terminal dejando que ahora sea la época oportuna para que los artistas y sellos comentados anteriormente tomen relevo. No significará que no sigan apareciendo documentos válidos ni trabajos apasionantes, pero si que marcará una decadencia en cuanto al interés de ellos.
No es una mala noticia, ni mucho menos. Desde mi percepción, indica una nueva fase de recuperación anímica tras la incertidumbre agobiante de estos últimos años. Me acuerdo de conectar siempre esta música en sintonía con el discurso de la recesión, en algunas cosas que leídas después de poco más de dos años me despiertan alguna sonrisa como esta reseña a Regis (***) o recientes aprovechando que trataba del disco del trio griego Mohammad(***) y desperdigadas por otras reseñas y posts en este blog que la verdad me cuesta recordar con exactitud donde se encontraban, aunque la idea siempre ha sobrevolado muchas de estas reseñas de algún modo. Los ciclos económicos avanzan, al igual que los ciclos en cuanto a referentes musicales y fijaciones por parte de medios especializados y oyentes. El entorno y nuestra sociedad nos empujan a vernos acompañados y envueltos de música que acompañe nuestra dinámica, pensamientos, emociones, etc. Para mi, ha sido de este modo y en buena parte de la historia, ha existido una correlación entre las etapas de expansión y recesión a la hora de proliferar determinados estilos. En mi opinión, en fase de expansión buscamos sensaciones más hedonistas y bohemias, quizás llevando la abstracción hasta puntos extremos , sirva como ejemplo la proliferación de muchos artistas de harsh noise a principios de la década pasada antes de caer en el colapso, el interés por el drone cristalino y meditabundo,...todo reflejos de música que podía vivir en un estado mental de bonanza.
En cuanto a la recesión, necesitamos una contestación más física al ver como las necesidades básicas se ven afectadas y no hay tanto tiempo para dedicar a los pensamientos que buscan la autorrealización y demás facetas más alejadas de la realidad física. Por eso del latido y el pulso techno, formaba algo más cercano al hueso, un baile que obviamente se vivía en nuestras mentes, el catastrofismo del post-punk y géneros como el industrial con una estética punk y vocación artística desde la electrónica y buscando la confrontación desde parámetros artísticos. Se podrían hacer mayores interpretaciones y apuntar diferentes escenas y épocas, pero tan solo quería presentar una serie de ideas surgidas tras enfrentarme al último disco de Vatican Shadow.
"Remember Your Black Day", me parece un título acertadísimo dicho sea de paso. Aunque su obra trata de buscar analogías con la sociedad norteamericana post 11-S, una debacle mundial parecida es la que hemos vivido con la recesión económica estos años y en este camino hemos ido observando distintas derivaciones (muchas de estas en "Americanica") desde 2007, pero en cuanto al paradigma techno creo que ya es el momento de ponerle fin. Ya es hora de ir tratando de respirar algo más esperanzador. Recordaremos estos días como oscuros y espero que el futuro sea más provechoso (aunque la sensación es que esta purga aún va a ser larga y dolorosa)
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