De las películas más divertidas que he visto en mucho tiempo. Un absoluto desmadre entre la nostalgia, el futurismo y la sátira. Cada vez que hay un salto en la película te deja del revés y seguir las aventuras del "Tio Vova" y "El Violinista" (al pobre le dan cera por todas partes, hasta se cachondean de su procedencia de Georgia, donde nació el director) en lo desconocido y al mismo tiempo asimilando reglas de una nueva realidad completamente ajena a la imaginación. Es divertido ver la mentalidad de los años ochenta en los que contactar con mundos ajenos se hacía con una militar voluntad protocolaria.Inolvidable cuando los llaman "turistas" o como se cachondean explicando el sistema de clases respondiendole al violinista con sátiras evidencias como "no saber diferenciar el naranja del verde".Gracias Georgi Daneliya por la chaladura cercana a Terry Guilliam. Mientras, seguiré buscando más películas de él como Mimino(1977) y Afonya(1975).
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