El nuevo disco de Noah Lennox se ha convertido en un cúmulo extraño de sensaciones que al fin llegan a su fin al poderse escuchar ya el resultado de la colaboración con Sonic Boom al regrabar el material previo entregado en una angustiosa ristra de singles que mezclaban ansiedad y desencanto a partes iguales estos meses. La mano de Kember no se sale del guión esperado, le añade más capas de sintetizadores y reverberaciones a canciones que tal vez estaban lastradas por la falta de brillo. Tampoco se puede decir que éste sea un disco oscuro.Es un disco de pop en la línea del material que conocemos de sobra. Precisamente, el no suponer una nueva vuelta de tuerca hace de entrada hace el disco pesado.Así, que mejor pensar en darle otro enfoque.Una visión menos exigente. Pero cuesta. Las nuevas canciones,quedan para el final y quizás suponen el punto donde más apetezca meterle mano al disco."Scherezade", es una hipnótica y lenta pieza quejosa y por momentos con tonos de oración mística."Friendship Bracelet",está cercana al material de "Merriweather Post Pavilion" (como todo el disco) y "Benfica", tiene aires de himno futbolero entre la cantidad de ecos y reverberaciones flotando alrededor de su voz."Afterburner" es quizás la que más destaque entre todas, con esos aires de western surfero y que realmente marca un punto diferente en la tónica del album al estar plagada de épica y de algún ramalazo de pasión ante un disco aparentemente monótono.Si a ésto le sumamos, las acertadas "Surfer's Hymn", "Alsatian Dare" ,"Last Night at the Jetty" y "Slow Motion" con un brillo más lustroso al ser pasadas de nuevo por otra capa de rebozado sintético,nos queda la idea de estar ante un disco al menos solvente que de momento, se queda esperando que el tiempo y la calma le otorguen un lugar apropiado.De momento, sigue una línea lógica en lo personal, la pérdida de "Young Prayer",superación de la misma en "Person Picth" y ahora, la reafirmación vital de "Tomboy".
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