La música de Duke Ellington es inagotable tanto en solitario como en distintas formaciones y colaboraciones. Es algo que uno va descubriendo poco a poco, una tarea que se va haciendo a lo largo de los años desde que escuchas por primera vez un disco suyo. Lo mo mío empezó con el clásico "Ellington at Newport" y desde entonces no me he olvidado cada cierto tiempo de buscar más discos de su extensa carrera. Tal día como hoy me apetecen dos discos para amenizar un domingo soleado de primavera, que representan la energía de la improvisación por un lado con "Money Jungle", disco donde se junta con Mingus y Max Roach,que son dos patas muy grandes donde apoyarse. Quizás la figura de Ellington, siempre se vió lastrada por cierta falta de experimentación en sus trabajos que lo desmarcasen del espíritu clásico del jazz. Quizás esta fue su demostración de que no era por falta de talento,algo indiscutible. Desde el inicio , "Money Jungle" se muestra salvaje sin perder la cara a ser atractivo al mismo tiempo que exigente, sabiendo explotar la energía de Max Roach y tornarse ténue en otros momentos, donde el piano el Ellington evoca todo su swing y envolverte.Este disco es pura magia.
"The Afro-Eurasian Eclipse", es otra aventura, mucho más tradicional y menos excitante ne lo creativo pero una explosión rítmica donde el sonido de big band se mantiene y al que se le unen ecos de tradición africana, como ya exploró en otros discos como "Afro-Bossa"(1963) y con el mismo aire "cool" que le caracteriza. A mi mente vienen imágenes de gangsters. Pero ante todo un disco que me huele a vermout, piscina y buenas compañías. Esperando que lo bueno siga.
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