Tony McKay nació en 1941, como mi padre, en las Bahamas y su album de debut sigue siendo una de esas hemorragias de placer para mis desgastados oídos.Su mezcla de folk, gospel nativo y funky triposo sigue haciéndome mover los pies. La inicial "Exuma,The Obeah Man" es un funk chamanista clásico y "Dambala" un exorcismo de hoguera e invocaciones varias.Hay otra, pieza favorita que pivota entre el folk alucinado de Jefferson Airplane y el canibalismo de Screamin' Jay Hawkins."Mama Loi,Papa Loi" sobrevuela al entrar la percusión en un terreno marcial para poner los ojos en blanco."Junkanoo", vendría a cuento estas fechas carnavalescas. En definitiva, un disco para entregarse y recobrar las energías perdidas durante la semana.El alma flotará al perderse en "The Vision".
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