lunes, 5 de septiembre de 2011

Mark McGuire - Get Lost (eMego,2011)


Curioso par de lanzamientos que nos prepara eMego con McGuire y Orcutt. Trabajos alejados en su sonido de una manera radical. Donde Orcutt nos promete un desgarro espiritual, McGuire con "Get Lost" nos ofrece un disco cristalino y en el que podemos imaginar una etiqueta como: "disco para una isla desierta".De hecho, eso nos propone el título: perdernos.

Sus cuarenta minutos son amables, como un canto ensimismado a la nostalgia veraniega, a la emotividad del viajero divisando amaneceres y puestas de sol. El disco es bonito, lo cual simplemente escribirlo me revuelve las tripas. Al contrario que trabajos en Mego que buscaban ese estado emocional del oyente, como es "Endless Summer" de Fennesz, la guitarra no se difumina entre un laberinto sónico contemplativo sino que aparece con una claridad casi agresiva. En el inicio de "Get Lost", con la canción titular del album me acuerdo del sonido de la acústica en discos de Bob Mould al frente de Sugar con aquel "If I Can't Change Your Mind". Quizás, bastaba decir que la acústica parece grabada por algún pasa-lejía como Scott Litt.

También hay cierto toque épico, pero el final del anterior disco de Emeralds también dejaba el olor de esos jardines latente.Aparece su voz de fondo, como un sutil espectro y "When You Are Somewhere" parece jugar con la nostalgia al estilo de American Analog Set o Mice Parade.Esa jugada queda más patente en "Alma",evocadora pieza pop que mezcla el indie con Durutti Column."Another Dead End" se pasea por terrenos más progresivos con esos punteos enmarañados entre el torrente sintetizado.

Esta primera parte del disco, entre dentro de un convencionalismo que se aleja de la sutileza y de los espacios que liberaba en sus anteriores trabajos para que funcionase tu imaginación. Es demasiado, radiante en algunos momentos. Pero, tampoco me gustaría ser injusto con esta cualidad. El disco suena a lo que pretende sonar y desmarcarse de un gran catálogo donde abunda lo contrario. Tal vez,se trataba de añadir sutileza a lugares convencionales, de no pensar y recostarte en ellos, alejarse de lo sesudo para integrarse en un lugar emocional. Eso, ya es un territorio exclusivamente personal donde la paciencia y los gustos particulares asignaran su correspondiente estante en el recuerdo.

El cierre del disco , da la vuelta con veinte minutos encapsulados en un mismo tema, algo mucho más cercano al pasado."Firefly Constellations" es ese pasaje que condensa todos los demás cortes en uno solo y da lustre y solemnidad al universo McGuire, consiguiendo poner el broche a un disco que lo muestra con capacidad de jugar en otros territorios.De hecho, quizás ha conseguido el disco más "convencional" dentro del catálogo Mego en su historia, con lo que divisiones habrá al respecto.Pero a un disco amable en ciertas ocasiones,como a una chavala cuando vas cocido a las seis de la mañana,no sabes decirle que no.Brindemos por ello (o no).


1 comentario:

Erreh Svaia dijo...

pues McGuire no evolucciona mucho, sigue instalado en el no pussyfooting y en el evening star de fripp & eno, aunque su rollo no es evolucionar a pasos agigantados, sino crear ambientes y texturas, por otro lado, si es muy esperado lo nuevo de Orcutt!! saludos!