Hoy me he despertado con la voz de Mark Sandman revoloteando dentro de mi cabeza y recordando "Candy" del disco "Cure for Pain". El caso, es que nunca está de más recordar uno de mis discos favoritos. Morphine nació en 1989, con la unión de Dana Colley y Sandman al saxo y bajo respectivamente y completaron el trio con Jerome Deupree, que fue sustituído en la grabación de éste segundo disco por Billy Conway. Pero no hay que olvidar que antes de éste disco, vino "Good" (1992) y sentó las bases de un sonido que se convertía en un cruce entre cantautor romántico y perturbado a caballo entre la faceta crooner y la chulería rockera, en un trio atípico donde Dana Colley soplaba el saxo en una mezcla de Roland Kirk serpenteando entre el blues y el jazz y Sandman con la curiosa composición de su bajo de dos cuerdas que tocaba con slide (todo un guiño al delta), que creaba una rítmica cercana al funk o al rock. "Good" , tenía un sonido mucho más casero y esa es parte de su encanto al mismo tiempo y con algún punto cercano a los Lounge Lizards y a banda sonora de Angelo Badalamenti.
"Cure for Pain", tiene un sonido mucho más brillante, fruto de la reputación recogida por "Good" en una época donde las radios universitarias servían de termómetro de la cultura independiente en norteamérica. Esta buena acogida, potenció el éxito futuro de "Cure For Pain" , un disco compañero de otro clásico del rock romántico y poseedores de un mood que tensa la sexualidad con la elegancia como es "Gentlemen" de Afghan Whigs. Pero también había un poso de búsqueda de redención en sus letras, como en la titular, donde Sandman entonaba "Someday there'll be a cure for pain /That's the day I throw my drugs away", canción que intenta liberarse de dependencias insanas para encaminar un futuro más prometedor."Buena" ,es el reflejo de la tentación, "I'm Free Now" la vuelta de una mala experiencia por la que no quiere volver a pasar, siguiendo el disco en una espiral donde se mezclan el romanticismo con la dependencia, introduciéndose en una temática propia de la generación beat, "Yonki" de Burroughs, o películas como "Drugstore Cowboy" de Gus Van Sant. No hay que olvidar que el nombre del grupo es Morphine.
Hay canciones que buscan una nueva salida para el sonido de Morphine como "In Spite of Me" con un aire folkie cercano a Nick Drake o el final cercano al Ry Cooder, de "Paris,Texas" de "Mile's Davis Funeral". El caso, es que me puedo a imaginar al trio de Sandman en alguna escena de la película de Wenders. Hay historias graciosas como la de "Thursday", con esa historia de amantes mientras el marido abandona la ciudad durante un mes, clásico argumento de thriller a lo "Body Heat", aunque en esta ocasión el personaje de Sandman decide poner pies en polvorosa y no quedarse atrapado por la femme fatale para cometer un homicidio.O estar tentado por la hija del granjero en "Mary Won't You Call My Name?", temática peliculera y completamente rural, urgente en lo musical y resoplando blues.
Es una pena que Mark Sandman nos dejase en un escenario súbitamente el 3 de julio de 1999 en un festival realizado cerca de Roma (en Palestrina), dejándonos con una obra incompleta y que se expandía en los posteriores "Yes" y "The Night" hacia nuevos territorios y que seguramente en algún momento nos hubieran entregado la obra definitiva de Morphine.Pero es algo que no sabremos, así que solo nos queda disfrutar de un legado maravilloso, como la maravillosa caja "Sandbox" dedicada a la figura de Mark Sandman.
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