El otro día conversaba sobre los mejores discos del 2010, opinabamos sobre los discos más importantes a nuestro juicio este año. Uno de los nombres que sugerí y que a mi gusto estaban entregando una obra realmente apasionante eran Demdike Stare con esta trilogía de discos de temática oscurantista dentro de un camino entre el ambient, el techno, el dub y lo industrial. Miles Whittaker y Sean Canty con "Voices of Dust" ponen fin a una trilogía encerrada bajo el nombre de "Tryptich" donde se encuentran "Forest of Evil" y "Liberation Through Hearing" que nos han tenido este año atentos a cada paso de este duo.
"Voices of Dust" llega al mismo tiempo que el "Fabric 55" de Shackleton y realmente el nexo se hace visible al escuchar "Hashsashin Chant", con su sampler de voces surgidas de dios sabe que parte de Asia añadiendo un toque étnico a una rítmica tribal,chamanística e industrial propia de Shackleton y del dubstep.Para esta tercera entrega, siguen ampliando el número de cortes (nueve en total) y bajando la duración de los mismos, algunos teniendo aires de breves interludios donde bajar la intensidad propuesta por las de mayor duración, como la anteriormente citada "Hashsashin Chant" o la meditativa "Repository of Lights" a medio camino entre ser un mantra propio de las series exploratorias de música tradicional de Nonesuch y que posteriormente muta, al estilo de "Forest of Evil", hacia Echospace o Basic Channel, pero que realmente sería más justo mirarlo desde la perspectiva del Moritz Von Oswald Trio jugando a la güija u otro juego o arte del ocultismo.Pero sin duda alguna, es una de las cimas de este disco y de este año.Cortes como "Rain & Shame" o "Leptnic Matter" te conducen a un ambient psicotrópico casi paranoico que te deja a los pies de algo casi cercano a Moondog,Morton Subotnick o a Sun Ra como "Desert Ascetic" con los sonidos vintage de sintetizadores entre una nube de percusiones de resonancia jazz. El final, mira a los loops de desintegración y al misterio con "A Tale of Sand".Esa es la temática de algo tan serio como "Viento de Levante" (que bien conozco), con un ritmo funerario que te empuja a un ritmo pesadillesco al final, que convierte a este disco , como el resto, en la banda sonora de pesadillas, embrujos, sacrilegios y diversa suerte de malditismo en general que solo acaban resaltando la pureza de una obra que quiere mirarse en el espejo de algo tan grande como Coil.
Se han ganado el infierno, con todo merecimiento (su mayor penitencia sería habitar en el cielo) y a mi juicio, ser una de las obras maestras de 2010 sin lugar a dudas.
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