Lo que me hubiera gustado estar presente en esta sesión de improvisación en el loft de Sam Rivers, viendo al bueno de Tyler estrujando el saxo y a Steve Reid progresando con su batería durante ella mientras Ore y Boykins se dedican a pisotearte con el bajo y Earl Cross decidiendo cuando aparecer con su trompeta. Este disco es una apisonadora, al modo de Albert Ayler, destilando blues por momentos y otros simplemente se convierte en un espacio sónico libre y donde el ritmo siempre conduce a Tyler por el camino correcto. Son cerca de cuarenta minutos gloriosos de arte en continuo movimiento, una demostración de jazz para paladares exigentes, pero sin llegar la sangre al rio, ya que en el disco se indica que esto es una especie de cuento polifónico para el nuevo y viejo Oeste.
Su debut, el feroz y osucro "Charles Tyler Ensemble"(1966), y el tremebundo "Eastern Man Alone"(1967),son también de otro planeta, pero hoy me apetecía nombrar este disco de una sola y sólida pieza, de otro de los tocados por la varita mágica del jazz. Y que decir de Steve Reid, todo pleitesias a su persona.
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