Voces femeninas en el folk, musas,... Imaginario recurrente y pasión sin duda durante muchos años. El cambio de tendencia hacia la música generada a partir de sintetizadores y demás cacharrería ha ido dejando de lado mi fijación por estos terrenos y dejando en el recuerdo de otra época en la que estaba obsesionado con los discos de Kuupuu, Lau Nau, Marissa Nadler, Joanna Newsom, Erika Elder,... Esta retrospectiva me llevó a una serie de especiales en torno a la figura femenina dentro de la música experimental desde figuras pioneras hasta el presente, elaborando una lista de algunos nombres a los que les estaba prestando atención en aquel momento y que hoy sería mucho más amplia. Recupero un fragmento de aquel especial que explica lo que estaba comentando más arriba:
"En este apartado, nos centraremos en una generación surgida tras el fenómeno folk, drone y noise que imperaba especialmente dentro de la generación norteamericana. Años donde había una nueva generación de artistas femeninas dentro de los terrenos del folk y la psicodelia rescatando los rastros de la música folk primitiva norteamericana y tradicional y volviendo a citar figuras del folk de los años 60 como Vashty Bunyan, Linda Perhacs, Sandy Denis, Karen Dalton, Kath Bloom, etc. con nuevos nombres como los de Joanna Newsom, Marissa Nadler, Alela Diane, Meg Baird, Lau Nau, Marcia Bassett, Honey Owens, Erika Elder, Josephine Foster, Jesse Sykes, etc, donde siento especial predilección por la obra en solitario de Christina Carter."
Ya en este especial, dejaba clara mi predilección por la obra de Christina Carter en solitario, más allá de proyectos tan apasionantes como Charalambides o Scorces. Realmente durante estos últimos años he prestado poca atención a las nuevas referencias que surgían en este ámbito, quedándome en el recuerdo con el sensacional "Blood Rushing" de Josephine Foster (reseña para Conceptoradio) Esta pasión está justificada de sobra para los que conozcan el recorrido de su obra que, desde mi punto de vista, ofrece una vía alternativa y artística mucho más creativa y experimental que ninguna otra compañera de generación , e incluso diría que cuenta con pocos referentes. Es una trayectoria errática por lo diverso de su catálogo, dejándose mecer en algunos discos por una temática blues, otras simplemente recitados de su voz y dejando que estos dos elementos se vayan extendiendo en posibilidades y registros. La libertad de publicar en su propio sello Many Breaths le da la posibilidad de ir explorando estos elementos en una trayectoria que ya ha sido una muestra de compromiso con la experimentación como hoja de ruta. Albums como "Imaginee", van cambiando la derivada que representaba la excelencia de "Texas Working Blues" y que necesitaba una nueva reafirmación desde su aparición en 2008. Este año, se ha publicado otro de los discos correspondientes a las series de suscripción de Many Breaths de edición limitada en 2011 y que empezó con "Trickster Who is Like Good". Este trabajo, "Imaginee" sirve de punto intermedio entre el anterior y el reciente "Texas Modern Exorcism" ,del que llevo tiempo queriendo darle una reseña en condiciones desde hace meses y que verá próximamente la luz (lo mismo me pasa con los discos de Richard Youngs, uno de los nombres con los que podría comparar la trayectoria de Carter en su faceta folk).
"Imaginee" está estructurado de una manera dual, por una parte estarían los fragmentos recitados de diversos poemas escritos por Christina Carter y por otro, composiciones donde la instrumentación y la entonación hacen que se acerque a un formato de canción. Esta llega en el cuarto fragmento con "Letter L", una excusión espiritual que junto al sonido del piano lleva la libertad de cántico espiritual de notas dispersas de Nina Simone a terrenos donde Nico, Mary Margaret O'Hara, Meredith Monk, Jandek, Richard Youngs y Tim Buckley se aferran en la memoria y, como no, Charalambides, en un folk de expresionismo jazzy y de tenebrosa espiral final hacia el piano bar donde parece que se adentra en un imaginario de recuerdos fantasmagóricos. "Actual Black Empty" nos la recupera en formato eléctrico en sus iniciales rasguidos y después sigue derivando hacia el recuerdo alentador de discos como "Lace Heart", acompañando a su languidez vocal con la dulce brisa sureña que exhala la armónica en una recreación espiritual que me trae recuerdos al corte de Heather Leigh (su compañera en Scorces) para el disco en memoria de Jack Rose, siendo una pieza de folk ácido espectral y mágico.
El tema central, "Imaginee" se apoya en notas cristalinas de piano blues donde va estableciendo un recorrido desde lo placentero a lo dramático. "Two Lovers in One Magazine" gira entorno a su voz y respuestas en eco entre notas dispersas de piano que van dejando paso a una entonación casi de himno o susurro que va traduciéndose en un mantra y derivación hacia el piano lleno de dulzura, testigo recogido por la maravillosa narración de "Drama in Paradox", una pieza subyugante y llena de melancolía acompañada de algunas percusiones y campanillas que terminan de endulzar esta absoluta joya. Para el final, una de las firmas de blues narcótico que se extiende hasta los veinte minutos en la final "Symbols", una pieza de nocturna atracción y eterna evocación, sustentada desde el tono de elegía de la armónica donde eres capaz de escuchar su respiración tomando aire para después dejar que el mantra eléctrico vaya terminando de tejer ese recuerdo de Loren Connors junto a Kath Bloom y del que Christina Carter se apodera hasta extenderlo a una nueva dimensión.
Santísima devoción. Por desgracia no tengo modo de presentaros un acompañamiento de este material en algún enlace externo, así que os dejo con este fragmento de una actuación de 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario